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]]>Las imágenes que hoy he compartido en mi muro, me rajaron el corazón, amén de otras barbaridades escalofriantes que hace un ser humano o otro ser humano, ya sea niños, bebés, jóvenes, ancianos, mujeres en cinta y muchas criando y hasta aquí porque muchas mujeres se ven con sus niños muertos, acariciandolos. Pasa, La dejo pasar, la humanidad es cada vez más cruel y llegó a pensar que entre los humanos, también están infiltradas las máquinas y vaya que les han quedado buenas porque no se distinguen, sólo en su más bajo proceder frente a otro semejante, se puede dar cuenta quién se informe que ahí, adentro de eso, nunca hubo un corazón.
Estoy muy lejos de esos lugares, pero el mundo hoy es un lamento. El aire que respiramos es el mismo, contaminado de dolor con partículas de muerte que no son visibles al ojo ni captadas por narices humanas, pero que lo que sucede, queridos amigos-hermanos, nos daña a todos. Nos minimiza, nos condena, nos rompe a pedacitos el alma, aunque nos separen mil mares porque estamos aquí mismo y la distancia es sólo un cuento bien contado para quienes piensen con indiferencia y digan: “¡Qué nos importa si está ocurriendo tan lejos! Y debe importarnos, quizá, sólo para elevar una oración y poner por un segundo el oído atento al llanto de un niño herido que a nadie importa; a una nena perdida que nunca estuvo así, porque tenía una madre que cuidaba de ella y la abrigaba por las noches antes de dormir, aunque allí, cómo está ocurriendo en todas partes, los balines parezcan cascabeles modernos para tranquilizar, aún más a los niños y ahora está sola, mirando nada porque, seguramente piensa, que desde esa nada puede aparecer su madre. Los ancianos descansan, dejan de sufrir, pienso así y aplaude mi locura, pero los niños pequeños no entienden, son estrellas que brillan desde sus lágrimas y mocos porque son los ángeles perdidos en un camino alfombrado de destrozos y cadáveres. Así, sus días y sus noches y quién sabe si sobrevivan. Si están solos, expuestos sin escapes, mejor que no. Amé y me sobrecogió el llanto desgarrado de esa nenita que sufre y si pudiera yo, dentro de este temblor febril que desgarra mis entrañas, me gustaría protegerla.
No puedo contenerme. El mundo nuestro hoy, que imagino y visualizo con un inmenso dron desde arriba, veo un mar moviéndose, un mar distinto a lo que conocemos como agua. Es gente. Mucha gente, doliendo, huyendo, migrando, gritando por agua y nos llega a los más sensibles como si todos fuéramos todos, nuestros, nosotros y estuviéramos juntos en este hoy bien llamado: Valle de lágrimas. Sólo nos queda orar y el que no ore, mi respeto y comprensión. Sé que la mayoría de los seres humanos sentimos y no acobardamos en nuestras decisiones.
Por todos los niños que hoy lloran de dolor.
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]]>Las personas que hemos caminado por la vida, solemos ser más exigentes y no es por presumir de conocimientos porque tampoco se va a competir con ellos para llegar al final de un concurso y que ese sea el objetivo y se acaba. No es en plan de tener iguales conocimientos, pero sí de conocer los aspectos básicos de una buena formación básica de ser humano, que desea compartir detalles del día en que no se ha estado juntos.
En la amistad valen los afectos, el respeto, la valorización del otro en su hacer. La preocupación por el otro, demostrando de este modo, que sí, es un buen comienzo para una larga compañía.
La conversación es el punto de partida. Es tan importante como presentar un Currículum Vitae a una gran empresa en la que se desea ser valorado, sólo es que allí se entrega y se debe esperar.
La amistad se va haciendo de instantes. Se despedaza el currículum para poder asignar un poco de lo lindo que dice allí, a los momentos en que se está con quien se ha elegido o ambos se han gustado superficialmente.
Es básico preocuparse por el otro y viceversa: ¿Comiste? ¿Qué tal tu día? ¿Te cansaste mucho?
Es un buen comienzo después de horas sin verse y de sólo haber mantenido mensajes cortos.
Es vital ceder espacio de expresarse el uno al otro. Las actividades de los dos son importantes y se suele caer en el error de hablar demasiado de las labores propias, dando demasiado énfasis en el “yo hice”, “yo vine”, “yo fui”, “yo armé” y es fatal. La otra persona ha quedado de escuchante, de receptora del quehacer del otro y ni siquiera le han preguntado: “Y tú ¿Cómo has estado?”.
En tiempos de compartir deben quedar los dos contentos, ambos satisfechos, liberados de tensiones y compartidas las emociones. Se llaman momentos de felicidad. Es igual a tener un buen sexo de total complacencia en donde ambos comparten el interés por el bienestar del otro en los tiempos buenos y más aún, en los no tan buenos.
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]]>No sentí angustia cuando cerré todo, ni temores de perder y sabiendo que no debía nada a nadie. Era como quitarme un piano que estaba sobre mí cuerpo, atorando mis pensamientos, ambicionando desde las sombras lo que no debía y no me daba cuenta que no era el camino para ver la luz y no es que lo haya encontrado, pero estos días me ayudaron a pensar y a darme cuenta un poco sobre qué terreno piso.
Cuando a uno le duele demasiado algo, ya sea porque está enferma o recién operada, se desespera, pero acudir al doctor, pedirle que se acerque para que le explique algo de lo que está sucediendo y que produce el dolor, esa explicación suya, es valiosa. Uno visualiza sus órganos y al comprender que debe doler por la razones que le han dado, créanme, es como si un bálsamo suavizara los extremos de lo que uno soporta y pasan los días, se viene fuerte a veces, pero siguen pasando los días y uno va ayudando a su dolor, a estar con él, a darle confianza. ¿Que por qué digo esto? Nada más porque en este mundo virtual, también se sufre y en ocasiones es incomprensible y se continúa aquí porque es lo que se ha elegido por las razones que sea. Cuando ya alcanza, según los cálculos, la vida, se siente pesadez, ve las cosas que no gustan y se deben aceptar porque las generaciones han cambiado, las costumbres son diferentes. Nos espanta el libertinaje en muchas ocasiones y las cosas que siempre han ocurrido, se exhiben aquí a vista y paciencia de todos. Y cuesta aceptar las verdades porque aparecen como mentiras y hay mentiras que parecen verdades. Uno es un alma más en este mar de gentes que no ha visto, sólo es confiar de almas cuando se produce alguna conexión lumínica que predice que se puede confiar.
En estos días que estuve afuera no extrañé nada. Pensaba en algunos buenos amigos, amigas y todo lo documentado que aquí tengo, pero no tuve ansiedad por regresar. Tenía temor de volver a entrar. Siento que desde afuera, aprendí cómo será mi manera de enfrentar este mundo de la mejor manera.
Estudié lo que me gusta. Me informé de algo que sólo veía por encima como fue algo tan fuerte que al saber pude comprender que antes y después del accidente nuclear en chernobyl, nuestro planeta sufrió un cambio que, a mi modo de pensar, dañó en gran parte el oxígeno del mundo y que sumado a eso, ya había más componentes que su sumaban a nuestro aire que hoy respiramos y muchos con consecuencias incurables. Ese caso de Chernobyl hizo un cambio de dimensión nuestra realidad y la de ellos, yo no lo sabía y me gustó saberlo, para dar menos importancia a las cosas que no la tienen.
Me gusta mucho leer las historias de los personajes inteligentes que hemos tenido y más aún si tienen problemas físicos, mentales , pero que son genios y han dejado abierto al mundo para que la ciencia continúe, aunque a veces, es tan nefasta, nada se puede detener porque la vida se vive para adelante, no en reversa.
John Forbes Nash es uno de mis favoritos y esta frase que hice mía por mucho tiempo, dedicada a su esposa que lo acompañó siempre:
«¡Gracias! -Siempre he creído en los números. En las ecuaciones y la lógica que llevan a la razón. Pero, después de una vida de búsqueda me digo, ¿Qué es la lógica? ¿Quién decide la razón? He buscado a través de lo físico, lo metafísico, lo delirante, … y vuelta a empezar. Y he hecho el descubrimiento más importante de mi carrera, el más importante de mi vida. Sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica. Estoy aquí esta noche gracias a tí. Tú
eres mi única razón de ser. Eres todas mis razones. ¡Gracias!»
Aparece con otro tipo de letra porque lo copié tal cual de WIKI.
Aprendí un poco más sobre Stepher Hawking. Su vida, sus años de adolescente alegre y conquistador con esos ojos que uno puede darse cuenta, que pueden ver más allá de las estrellas. Es maravilloso ver la naturaleza que comprende todo, el ser humano con su suerte, con sus misiones, penas, enfermedades, desesperaciones y para algo lo tiene la vida. Me gusta su valor y su enfrentar la realidad extrema y no decir: -me mato para llevarla fácil-. Para algo son las cosas y somos tan mínimos y muchas veces nos sentimos el florero de la mesa. Este señor físico es admirable en sus ecuaciones, palabra repetida mil veces de su boca y que cada una tiene un sentido relevante para la próxima generación de científicos que se dediquen a investigar a profundidad sobre Los Hoyos Negros. La estrella es una fusión de luces que se apagan y forman un hoyo negro. “La gente afirma que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino. Mira antes de cruzar la calle” Frases tan sencillas, pero tan remotamente sencillas y nos abren el entendimiento de par en par y nos, no, me hizo comprender lo ínfima que soy y lo que puedo llegar a comprender y sigo siendo ínfima, invisible, pero mi alma está llena. Y tanto que me falta. Hay personas que dicen que era una sinvergüenza, enamoradizo y otras cosas, pero con una honestidad de caballero, Fue un Sir, honor que no aceptó de los Reyes, simplemente, porque no quiso. Para él su vida estaba llena de vida y se deben ver las obras, el legado que sirve para saber más o menos en dónde nos situamos. Estoy muy emocionada y quiero saber más, que nada me asuste, que nada me hiera porque es “perder el tiempo en nimiedades”.
Yo no puedo escribir sin extenderme cuando se trata de temas como este porque no tengo el don de la poca palabra para decir mucho.
Salir un rato de las redes es reencontrarse con la vida y les recomiendo leer, ver documentales porque uno regresa nueva y con otra visión para entregarse mejor a lo que se hace y a los pocos amigos que tengo.
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]]>Me dejó caer un helicóptero
He subido una escalera larga
y alguien la quitó
No está
Me trajo la tormenta
y conmigo se cansó
(ojalá esté descansando por ahí)
y regrese por mí
-Inmortalidad-
en total libertad
La soledad es inhabitable
si llega sin llamarla
Grito un nombre
y el eco
repetido mil veces
a través de otras cumbres
me lo devuelve
Me voltea y es
tan potente como la angustia
del espacio ínfimo que sostiene
a distancia luz del suelo
Cabe mi cuerpo
sentada o de pie
en lo que tengo por refugio
sin escapatoria
Es redondo
y dando vueltas
necesito crear un escape
Sólo hay acantilados
húmedos y lisos
como jabón recién usado
que ríen
si miro hacia abajo
en su azote de mar
o de nada
abriéndome sus bocas
de tiburones plásticos
con ganas de tragar
¿Quise estar aquí?
Es imposible
El cielo es límpido
Azul como única paz
Como el tono de pared
de mi cuarto
Mantenerse aquí
es respirar malévola libertad
tan helada y solitaria
Tan cruel mandataria
Ama de la insostenibilidad
Es como si todos se hubieran ido
Como estar en el mundo sola
cuando no se había creado
en un picacho duro
a intemperie impía
sin más voz que el viento
Escalofriante realidad
-es estar solo-
Las manos están frías
Crujen los huesos
como estertores de muerte.
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]]>Entre problemas y una cancion, te elijo
Entre lo antagónico y lo superfluo, te elijo
Entre caminos de luna o perpetua oscuridad, te elijo
Te elijo todas las veces en que me equivoco
Todas las veces en que no quiero verte
Todas las veces en que me voy y regreso
Todas las veces en que supongo que no me quieres, te elijo
Todo los domingos en que no camino a tu lado, te elijo y te hablo y reímos, tomando helados
Cansado, sudoroso y hambriento, entre mil perfumados, te elijo.
Callado, burlón, nada en serio y me enojo, pero te elijo, otra vez
Entre los celos y mi cobardía, eres tú la vida mía
Amanezco en tu voz y bendigo la gloria de elegirte si el día es contento o es adverso
Elegirte, es abrir el corazón para amar al mundo y las cosas buenas
Te elijo por cómoda y quererte se me hace necesario
Te elegiré en la última carrera de metros planos y con vallas, aunque no haya ningún evento
Elegirte, es escuchar el río desde el alba y en su cantata reconozco tu nombre pronunciado en los remansos limpios de la imaginación
Te elijo y te sigo por las calles de tus pueblos y ciudades donde empecé la urdimbre de los primeros puntos de tu nombre porque yo te quise mío
Te elijo en medio de las melodías de los pianos ausentes y estás allí presente como si al alejarte, aparecieran los violines en fuga como cuando te fugas y eres humo y yo vuelvo a elegirte
Te elijo hombre-niño y a la inversa dependiendo de sí quiero quererte o necesito amarte
Entre todos los cariños que tuve y en los que hubiera, no quiero discernir porque ya te he elegido
Brote de siembra, germinación en el alma mía, riego temprano, floresta que ríe, hombre complejo, de mis sencillas letras no te avergüences porque son mías. Entre mil que les guste y en ti se deslicen, ¡maldita sea!, yo he de elegirte, pedregal con flores, lucecitas de barcos, eslabón de castillo viejo, te sigo eligiendo todos los días y amén.
Las noches, también.
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]]>Hija de una madre bondadosa y sabia con sólo tener estudios básicos.
Mi padre, un instructor de Ejército en la provincia de Cautín, hoy, Araucanía.
Las primeras enseñanzas básicas de una niña de cuatro años, las tuve de mi padre y hasta los ochos años de edad.
Mi niñez estuvo marcada por grandes exigencias, inaadecuadas para mi corta edad y al costarme aprender, recibí duros castigos. A los cinco años ya leía y recitaba versos para mi padre. Desde ahí para adelante, sólo era aprender, mayor énfasis en escribir bien; leer bien los cuentos tristes que siempre terminaban por hacerme llorar. Domingos marcados de angustia. Era el día de leer los diarios a mi padre, con buena dicción y en voz alta. Sin tener un kinder y un prekinder, al llegar a la edad de pasados ochos años, entré a una escuela del barrio. Llevaba mucho adelantado, era igual de estricta, pero hoy eso lo agradezco porque la formación de aquellos maestros, era respetable. La vieja escuela, una de las mejores etapas que recuerdo, aunque nunca fui tan feliz.
Pasada la etapa básica, mi padre decidió que antes de la ir a la Universidad, yo estudiara en un Instituto Técnico Profesional de donde egresé a los dieciocho años. Gran Instituto y grandes maestros que jamás olvidaré sus enseñanzas.
Mis padres se separaron. No continué estudiando. Una vez egresada me vine a mi ciudad natal en donde muy pronto me casé, tuve tres hijas que hoy son mayores y profesionales.
A los cincuenta años míos, me separé y luego, empecé a proyectar libremente, el resto de mi vida.
Aprendí a bailar tango y me hice profesional y con mis conocimientos en literatura, con ayuda de mi hija menor, hice algunos guiones teatrales al tenor del tango que fueron presentados, teatralmente, por mis compañeros y obviamente yo, como protagonista. Así creamos nuestra propia “Roxanne” y algunos poemas míos que tuvieron éxito. He viajado, por la poesía que empecé a publicar, tuve la oportunidad de viajar a algunos países sudamericanos y del Norte, entre ellos: México, varios estados. Perú. Argentina, a un Encuentro de Amigos en la ciudad de Buenos Aires. El país donde más he estado, ha sido Ecuador donde me ofrecieron el regalo de mis tres pequeños poemarios: “Del Arauco a La Ronda” y “Lobaluna” el año 2015 y “Veredaversos” el año 2016.
Luego, estuve en España para presentar el libro de un compañero y vivir la experiencia de la literatura en ese país.
Tengo proyectado hacer pronto una Antología, para lo que me doy tiempo y que resulte algo interesante y de buena calidad.
En cuanto a Literatura y un poco de todo, es lo que puedo decir, resumidamente.
María Margarita Pérez Vallejos
Chile
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]]>Me canso más que ayer y hago las mismas cosas. No merma trabajo, deberes, obligaciones. La mujer no descansa hasta el final, es lo que pienso, según mis vivencias.
Están presentes todas las mujeres del mundo en este suspiro mío que traspasa fronteras no imaginadas.
Cuando se alcanza cierta edad, ya no se es gacela que corre ágil de aquí hasta allá. Es como llevar una pesa de unos kilos atados a los pies.
Antes, cuando leía esto en alguna revista o lo escuchaba, volvía la vista hacia cualquier lugar y sonreía con un aire de ironía -cómo va a ser tanto- y hoy veo que es tanto y la mente se rebela, quiere convencerse que puede, que descansas y sigues, pero no. Algo siempre duele y se desea dormir, dormir eterno.
Intento quitarme las pesas de los pies, mentalmente porque físicamente no se ven, sólo se sienten como gatos gorditos, juguetones, que se pegan como para no poder arrancar. El tiempo secuestra y no da tregua. En la cara no se nota. En las fotos se está pasable, se sonríe para verse íntegra, para no causar pena.
Yo voy por mi género porque somos quienes desde jóvenes, empezamos con el vientre que pesa, que por nueve meses se cargan los hijos y pesan, pesan bonito y uno no sabe que hay otros pesos que son negros que vienen después. Ahora, para mí.
Empieza el desgaste físico desde muy jóvenes, a veces y con esto no digo que llevar y parir a los hijos sea negativo, no, sólo digo que esto es la vida y que para algunas mujeres es mucho más pesada que para otras, pero llegamos al mismo final, ricas y pobres; rubias, morenas y de todos los colores, de todos los rincones. Pediría a la vida que nos considere cuando ya parimos, ya criamos, educamos, ya trabajamos fuera de casa y dentro de casa sin horarios ni domingos, sólo nos permita tener libre los pies, que el cuerpo no se fatigue tanto porque se lleva consigo al cansancio mental y deseamos seguir creando, observando, plantando flores en nuestro jardín final.
Me levanto, me ducho, estoy bien en las mañanas, pero está energía dura poco y antes que oscurezca, antes que oscurece, oscurezco yo y la vida se me cierra. Quiero continuar, aún, con poca luz en mis pocas posibilidades y ¡Necia! Sigo y me vuelvo un quejido.
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]]>Las sábanas blancas colgadas bajo un tímido sol y subyugante viento, hacen un cuadro digno del pintor mas avezado en tonos blancos.
¡Qué belleza hay en las sábanas blancas, en la frescura del eucaliptus, perfumadas de pureza, propio de está época y sus movimientos oscilantes me hacen pensar en los veleros de alta mar que se hacen a la vida!
Me quedo un rato, disfrutando este instante único como si fuera una pintura en movimiento y que sólo me importa a mí. Lleno de albor y paz mi alma, hasta quedar en estado de éxtasis cuando voy al patio y cuelgo mis sábanas blancas entre el tímido sol y el viento subyugante. Es un momento de transfiguración.
¡Oh! Está precioso el jardín de invierno ¿Verdad?
Él ya ha tomado el morral donde porta los libros y se aleja sin despedirse. Sin cerrar la puerta.
Bueno. Así es él.
Una ola de viento más y así se quiere tanto…
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]]>The post Caminar durmiendo. Por María Margarita Pérez Vallejos appeared first on Juan Botana.
]]>Así me siento hoy. Como si recién llegará de un día difícil y me estuviera acostando.
Alguien diría: “Es que el descanso, después de “cierta edad’, no se consigue completo y los intereses van sumando, algo así como una deuda repactada que no se termina de pagar”. Pareciera que así nomás es. Se trata de un deseo de dormir interminable, que no importa cuántos días de inconsciencia sean, sólo es olvidar que hay que continuar porque “a cierta edad” se necesita quedar en blanco un poco más, que nada será suficiente, que llegará un momento de dejar el pijama en forma veloz y entrar a ponerse bajo la ducha fría para despertar.
Personalmente pienso que hoy nos cansamos más, pero no tan sólo quienes tenemos una cierta edad. Yo creo en el cansancio de todos y lo respeto sin fijarme en los años. Hay jóvenes muy cansados y para evadirse se valen de pastillas, gaseosas energéticas y otra forma de escapar de la abulia ante la vida que indiferente no se detiene y corre como un río pequeño al principio. Que se agranda cuando va sumando afluentes y la fuerza se hace mayor. Arrasa con todas las etapas porque hay instantes en que se camina casi durmiendo porque la personal porción de río pasó y la jornada no está terminada.
Pienso y me calzo los zapatos de quienes como esclavos no tienen derecho a reposo. Que trabajan hasta reventar porque todo está difícil en forma transversal, entonces, por un trabajo hecho a medias, hay cientos esperando para hacerlo bien.
Así funciona el sistema porque hoy no hay personas, sólo somos números bien destacados en el libro de los días, que somos controlados hasta cuando pasamos a un baño. Si no han visto eso o si para algunos no es creíble, observen su móvil y sabrán cómo está marcada su entrada al Mall y su giradita a la izquierda o derecha, dependiendo por qué lado entre. También puede haber sido en otro lugar.
Tuve la dicha de vivir cuando éramos libres todo el mundo y con suerte había un teléfono en casa para avisar si llegábamos un poco más tarde. Hoy se llama hasta para preguntar: “¿Qué marca prefieres o cuántas hamburguesas de soya llevo y qué más falta?” desde el supermercado. La falta de libertad nos hace sobrecarga y pesan las piernas porque hay que llevar de lo que se pueda porque está más barato, porque es verano y el sol tampoco es el agradable sol de antes y quema. Los gases que circulan en la atmósfera, ensucian nuestro aire, nos quema la piel y nadie ya está escapando a las molestas alergias que no permiten ni arreglarse un poco la cara porque todo lo químico es nocivo ante ellas. Esperar su ciclo es lo que queda y bienvenido el siguiente.
En Ucrania la gente debe trasladarse de sus lugares como si fuera así de fácil porque no existe calefacción creada que pueda entibiar sus cuerpos y es más, adiciona la sobrecarga de la guerra, de las constantes invasiones al territorio ya destruido. Es que nadie tiene siquiera un lugar adónde huir. Es un paréntesis para aclarar que no sólo el verano daña. Que estamos viviendo las extremas situaciones soportables para el ser humano.
Uno mi cansancio de hoy para sumarlo a todos los cansados a ver si juntos, de alguna manera, le sacamos algún provecho y hacemos como si fuera basura reciclable, que será aprovechada, trabajada y convertirla en materia reutilizable para crear o construir edificios de vivienda o barcos pesqueros para los pequeños trabajadores de la mar que no poseen más que su embarcación y sus redes para pescar. No digo pequeños de tamaño, sino porque es uno de los trabajos más esforzados y sufridos que yo conozco. Se debe ser bien hombre para soportar el genio parecido al de todas las mujeres de su dama: -la mar- en femenino.
Se debería hacer mezcla de buena calidad de todo lo que molesta, nos agota, nos daña en el rendimiento y terminamos siendo menos productivos para que a otros les sirva. Como un donante de órganos. A esa persona no le servía, estando sano el riñón, la córnea, etc., pero a otro ser humano sí le sirve para seguir viviendo.
No hay que cerrar los ojos ni tampoco ser alarmistas, pero hay que darse cuenta que nuestro mundo no está limpio. Está contaminado de suciedades de todas las invenciones y a veces pienso que si no nos cuidamos por dentro, también contaminará el alma, se hará cansada y estaremos perdidos.
Mi abuela y los abuelos de muchos de mi generación, pasaron los noventa años, habiendo parido todos “los hijos que Dios les diera” y trabajaron hasta los últimos días de su vida. Nos tocó vivir este mundo y a algunos nos sobrepasa en la edad que sea.
El mundo, salve al mundo.
Escribir hoy salvó mi día, se me fue el cansancio y sólo por obedecer a mi pensamiento y pensando no sólo en mí, sino en todos quienes sufren de alguna forma, un cansancio que sólo quiere tenerlos en cama. Ese remanso no es bueno. ¡Vamos!
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]]>The post Leer a los demás. Por María Margarita Pérez Vallejos appeared first on Juan Botana.
]]>Cuando tengo un tiempo me gusta mucho leer a mis amigos y cualquier poema que llame mi atención sin saber nombre de autor ni nada. Grande sorpresa de encontrar joyitas que nadie Lee y una vez más me doy cuenta que cuando hay ganas y tiempo, hay que darse una vueltita por dónde no conocemos. Arriesgarnos. Perdernos, como me decía un amigo: ¡Piérdete Margarita! Anoche entre a un barrio bohemio lleno de maravillas de palabras. A ratos me quedaba sin saber que decir. Sólo admirar. ¡Cuánto me falta leer diversidades y cuánto me falta aprender! Son sólo algunos minutos que se ocupan para adentrarse en la belleza de las distintas esencias y envolverse en ellas. Suelo leer a veces cuando voy en la locomoción colectiva porque me cansa el día y en la noche tengo otros deberes y llega el sueño. Anoche supe que quiero seguir aprendiendo y no parar hasta que me marche para siempre de este lado. No digo el nombre de la página duendecillos de anoche, pero las poetas saben. Debo respetar a todas porque en todas hay sorpresas y el alma se llena y se vacía en poesía. No queramos que sólo nos lean. Todos necesitamos motivaciones y la mejor es que cada poeta, ojalá, sea leído, independiente de si es tu amigo anotado en la lista o no. La poesía hace amistad y no necesitamos estar como amigos en la lista. Ya somos un listado y somos poesía. Gracias poetas que leí anoche. Cuánto me falta aprender.
Que nunca desaparezca ninguna poesía que debe ser leída. Los amo, poetas y poetisas. Me cuesta acostumbrarme a decir Poetisa. Buena tarde. Buena noche. Los amo porque son mi mundo.
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