En las tierras perdidas más allá del río olvidado por la civilización, de una barbarie olvidada por la soberbia. Ese hombre con armadura plateada, de
Categoría: Crónicas
La crónica es un género periodístico híbrido, porque dentro de su narrativa incorpora aspectos informativos con otros argumentativos y de ficción. Hay crónicas sociales, crónicas de amor, crónicas de barrio, crónicas de calle, crónicas de lucha, crónicas de viaje, crónicas de familia y crónicas sobre derechos.
Historia inconclusa. Por Silvina Lérida
Colgó el cuadro que había comprado, en su pieza. La mirada de ese niño contemplando el mar la llevaba a otros tiempos, a otros lugares,
Juegos a la tarde. Por Raúl Kersenbaum
El sol de las cinco alarga las sombras de los árboles sobre una calle de Hurligham. Lucía corre a Juana que trata de escaparse viboreando
Ficción. Por Agustín Erramouspe
Se cernía sobre mí, sobre todos, palabras asesinas. Ver la televisión, el celular. Yo tiré todolos textos, tiré todo, era irrelevante. Lo inerte puede meterse
El poder de las palabras. Por Silvina Lérida
Escribía y al hacerlo, le iban creciendo alas. No metafóricamente, sino reales. Eran enormes, de diversos colores pero, no podían volar. El que no despegaran, le
El exilio. Por Hilda Córdoba
No sé la fecha exacta, tal vez promediaba el siglo XIX, Buenos Aires era todavía una pampa desértica , primitiva. Anselmo López había nacido cerca
La última foto. Por Hilda Córdoba
Eran las siete de la tarde cuando pasé a buscar a Gustavo, no pude estacionar frente a su edificio, así que lo esperé a media
Regina y la ballena blanca. Por Alejandra Estrada
Soy Regina, me encuentro parada frente al cadáver, mi gran amor, el hombre que aún amo con locura, con ímpetu, mi cuerpo está congelado, mi
La ventana. Por Alejandra Estrada
Era una mañana gris, nublada y fría,a través de la ventana que da hacia tu recámarase observan las violetas moradas, el aire juega con ellas
Daños colaterales. Por Silvina Lérida
Ese corazón rojo, capaz de encenderse al igual por pasión que por enojo, caminaba despreocupado dejando que cada rayo de sol lo atravesara, tocando el